lunes, 20 de septiembre de 2010

Plan E

Banco en el paseo donde se aprecia, que son aptos para exteriores. Me gustaría ver los pliegos de condiciones de contratación.

Estado actual de la Avenida Mesa y López con su parterres de mármol, que evitan que se conviertan en un cagadero de perros

Trabajos para los nuevos parterres, eliminando el mármol

Parterre donde se nota el borde lateral

Como se sospecha que queda terminada, con tierra para que los perros puedan hacer sus necesidades
Como Uds. saben el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, ha puesto al cobro el impuesto de bienes inmuebles, con un aumento en algunos casos del 80%.
Muchas veces me pregunto en donde se gastan los dineros los ayuntamiento, porque si es en obra, creo que deberían tener la cantidad de antemano, y si es para personal, si la nomina es mayor o igual al 40% del total del presupuesto, la empresa va al garete.
Pero esta mañana paseando por la Avenida Mesa y López, pude comprobar porque hay que subir los impuestos.
Resulta que la Avda. desde la plaza de la Victoria, hoy plaza España, (la Plaza España hoy plaza del Pueblo) hasta la Base Naval se arreglo no hace mucho tiempo, pero como habían quitado los parterres para que no se convirtieran en un cagadero de perros, vino el político de turno y dice “subimos los impuestos, hacemos un cagadero de perros en la Avda. de Mesa y López quitando los parterres y poniendo tierra, así podemos justificar nuestro sueldo”
Si la obra tiene un costo de 60.000 € que lo dudo porque será más, no sube los impuestos, deja la Avda. como esta y todo el mundo feliz, y por favor no nos tomen el pelo diciendo que en el año 2011 devolverá el incremento del IBI a los que tengan casas de menos de 35.000 € ( ¿que son chabolas?)
Por cierto, ¿no es preceptivo poner cartel informativo de obra?

sábado, 18 de septiembre de 2010

Cosas Curiosas

"El apelativo derecho de pernada se refiere a una práctica que, supuestamente, se acometía durante la Edad Media. Según se popularizó en la Ilustración, muchos apuntan que, durante este periodo oscuro de la historia de la humanidad, uno de los derechos estipulados del señor feudal era, ni más ni menos, que el de yacer con las jóvenes que acababan de contraer matrimonio con uno de sus siervos. Esto es, la violación de las recién casadas como derecho señorial. Ello nos indica hasta qué punto la jerarquía social estaba instaurada en el medievo, siendo la mujer minusvalorada hasta extremos inquietantes.."
Esto viene a cuento porque en la Plaza de la Victoria da la sensación de que los dueños de las terrazas tiene el derecho a la pernada, pero no para aprovecharse la primera noche de boda, sino todas las noches.
Como saben las terrazas están unidas unas con otras, pues bien, lo mejor es coger, en la línea medianera, una mesa de cada una de las terrazas para así poder beber lo que a uno le gusta.
Pongo por caso: vamos dos amigos a tomar un cubata a uno le gusta con Coca-Cola y al otro con Pepsi Cola, pues bien, en una terraza no tiene Coca-Cola y la otra sí. ¡Coño, el negocio se hace atendiendo y sirviendo bien a la gente y no con comisiones de las casas suministradoras!. “Au Revoir” hasta que compre Coca-Cola

Grandes estafas

Anoche salimos a dar un vuelta un matrimonio amigo y nosotros. Nos sentamos en la Plaza de la Victoria y luego fuimos a comer en plan de tapas a una tasca que está en la calle Pi y Margall. No sé si ha cambiado de dueño, de cocinero o lo que sea, pero la verdad es que antes teníamos que reservar mesa y ayer estaba vacío. Nuestro comentario fue que con la crisis la gente ya no sale como antes.
Pedimos un plato de morcilla frita (una morcilla), caracoles en salsa, pulpo a la gallega, vueltas de solomillo con ajo y perejil acompañado de papas fritas.
Los caracoles estaban salados, poco picantes.
El pulpo a la gallega estaba duro.
Las vueltas estaban buenas pero las papas fritas eran digna de la cocina de Arguiñano.
Agua, dos vasos de vino y dos cubatas de ron Arehucas, total 60 €. Bueno, como todos tenemos derecho a protestar, se le explicó al camarero como estaba todo. La contestación fue que lo sentía mucho pero la verdad es que cobró igualmente. Como no es cuestión de cogerse un cabreo a esta altura de la vida, yo le digo al dueño “Au Revoir” y que tenga suerte en la vida. No me veras más en el local ni aunque me inviten.