Anoche salimos a dar un vuelta un matrimonio amigo y nosotros. Nos sentamos en la Plaza de la Victoria y luego fuimos a comer en plan de tapas a una tasca que está en la calle Pi y Margall. No sé si ha cambiado de dueño, de cocinero o lo que sea, pero la verdad es que antes teníamos que reservar mesa y ayer estaba vacío. Nuestro comentario fue que con la crisis la gente ya no sale como antes.
Pedimos un plato de morcilla frita (una morcilla), caracoles en salsa, pulpo a la gallega, vueltas de solomillo con ajo y perejil acompañado de papas fritas.
Los caracoles estaban salados, poco picantes.
El pulpo a la gallega estaba duro.
Las vueltas estaban buenas pero las papas fritas eran digna de la cocina de Arguiñano.
Agua, dos vasos de vino y dos cubatas de ron Arehucas, total 60 €. Bueno, como todos tenemos derecho a protestar, se le explicó al camarero como estaba todo. La contestación fue que lo sentía mucho pero la verdad es que cobró igualmente. Como no es cuestión de cogerse un cabreo a esta altura de la vida, yo le digo al dueño “Au Revoir” y que tenga suerte en la vida. No me veras más en el local ni aunque me inviten.
Pedimos un plato de morcilla frita (una morcilla), caracoles en salsa, pulpo a la gallega, vueltas de solomillo con ajo y perejil acompañado de papas fritas.
Los caracoles estaban salados, poco picantes.
El pulpo a la gallega estaba duro.
Las vueltas estaban buenas pero las papas fritas eran digna de la cocina de Arguiñano.
Agua, dos vasos de vino y dos cubatas de ron Arehucas, total 60 €. Bueno, como todos tenemos derecho a protestar, se le explicó al camarero como estaba todo. La contestación fue que lo sentía mucho pero la verdad es que cobró igualmente. Como no es cuestión de cogerse un cabreo a esta altura de la vida, yo le digo al dueño “Au Revoir” y que tenga suerte en la vida. No me veras más en el local ni aunque me inviten.
La verdad es que la pinta de las papas fritas deja mucho que desear. Muchos se escudan en "la crisis" para tomar el pelo al cliente que se decide a salir y pasar una noche agradable.
ResponderEliminarPero que encima cobren esos precios y que sólo pidan disculpas... Qué poca vergüenza!